Tipos de suelo
Los suelos de la sierra de Guadalupe, como la mayoría de los suelos desarrollados sobre rocas eruptivas en un clima templado seco, por lo general son poco profundos y contienen muchos restos de rocas.
El suelo de conservación ocupa una superficie de 1,031.60 ha, en general, puede decirse que los suelos de la Sierra de Guadalupe, son poco profundos y contienen muchos restos de rocas originales. Las rocas predominantes son las andesitas que se caracterizan por ser rocas en equilibrio o déficit de sílice, es decir, sin cuarzo manifiesto, siendo ricos en minerales de hierro y magnesio con abundantes feldespatos de calcio y sodio, que se intemperizan con rapidez produciendo una elevada cantidad de arcilla y hierro libre.
INSITU: con un espesor delgado, textura de medidas muy finas, que descansan sobre tobas de naturaleza ande sitica y en menor grado sobre rocas de la misma naturaleza, se localizan en áreas de topografía accidentada a muy accidentada.
LOS SUELOS SOMEROS: muy pedregosos, con una profundidad menor de 10 cm y en muchos casos, son el resultado de la erosión antrópica, es muy común encontrarlo en las zonas altas y en las áreas umbrales de las laderas de los domos volcánicos.
LOS SUELOS FAEOZEM HAPLICOS: son suelos fértiles de buena cantidad de materia orgánica. Generalmente son de color oscuro y se encuentran rodeando a la sierra de Guadalupe y son característicos de las laderas
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